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IGLESIA DE SANTA MARÍA DEL CERRO
Iglesia de Santa María del Cerro
Las primeras noticias de esta construcción se pierden en la noche de los tiempos. Alfonso X el sabio, en una de sus cantigas, relata como Santa María defendió a un caballero de Silos que se refugió en la iglesia de Peñacoba, que estaba en una ladera. La actual parroquia de Santa María del Cerro, que algunos la llaman la Visitación de Nuestra Señora por ser su patrona, no tiene estilo definido. Su interior consta de cuatro columnas cuadradas, arco toral de piedra (el que sostiene la elevación sobre el crucero) y cubierta de madera. La portada es clasicista con pilastronas, frontón y remate de cruz. Tiene un ábside rectangular con una ventana normal. El retablo mayor es de estilo rococó con una hornacina central en la que se encuentra una talla del siglo XIII, Nuestra Señora del Cerro, en actitud sedente con el Niño Jesús en brazos. Varias imágenes de santos adornan el retablo: San Sebastián, San José, San Antonio y San Lorenzo. También posee una imagen de San Roque achatada. En el retablo izquierdo hay una hornacina con Santa Ana Triple (Santa Ana, la Virgen Niña y el Niño Jesús), de manufactura gótica. En el retablo derecho existe otra hornacina simple con una Virgen del Rosario en actitud sedente. Es del siglo XIV y lleva al Niño Jesús en sus brazos. La pila bautismal es renacentista de copa lisa y pie cónico con molduras. La torre de la iglesia es cuadrada con dos campanas. Actualmente se celebran dos fiestas en el pueblo:
La Visitación de Nuestra Señora, que es la patrona. Además de una misa solemne, se celebra una procesión con la imagen de Santa María del Cerro por las eras y las calles principales del pueblo. Esta procesión tiene su propio ritual: Abre la comitiva el Pendón de Castilla, la Santa Cruz con sus ciriales, los estandartes, la imagen de la Virgen, el señor cura párroco con las autoridades y el pueblo. Durante el recorrido los mozos bailan delante de la Virgen, nunca dándole la espalda.
La otra fiesta popular es la de San Roque. Los más ancianos del lugar cuentan que esta tradición se remonta a la Edad Media en agradecimiento al santo, que les libró de una epidemia de peste. La procesión del santo recorre las calles del pueblo. Antiguamente, la Semana Santa se celebraba con toda solemnidad. Se tapaban las imágenes con una tela de color morado y se cantaban las Tinieblas y el Vía Crucis. El Domingo de Resurrección se celebraba la Procesión del Encuentro. El Señor recorría las eras del pueblo a hombros de los hombres; la Virgen iba por las calles con las mujeres. En un punto concreto se encontraban las dos imágenes.
La iglesia albergaba también la Cofradía de la Santa Cruz. El templo servía de sede para sus fines sociales. La cofradía se ocupaba de recibir a los pobres que acudían al pueblo y se les ofrecía comida y alojamiento. Estaba encargada de hacer las sepulturas en el cementerio y sus caballeros cofrades velaban, por turno, a los difuntos que no tenían familia en el pueblo.
Las primeras noticias de esta construcción se pierden en la noche de los tiempos. Alfonso X el sabio, en una de sus cantigas, relata como Santa María defendió a un caballero de Silos que se refugió en la iglesia de Peñacoba, que estaba en una ladera. La actual parroquia de Santa María del Cerro, que algunos la llaman la Visitación de Nuestra Señora por ser su patrona, no tiene estilo definido. Su interior consta de cuatro columnas cuadradas, arco toral de piedra (el que sostiene la elevación sobre el crucero) y cubierta de madera. La portada es clasicista con pilastronas, frontón y remate de cruz. Tiene un ábside rectangular con una ventana normal. El retablo mayor es de estilo rococó con una hornacina central en la que se encuentra una talla del siglo XIII, Nuestra Señora del Cerro, en actitud sedente con el Niño Jesús en brazos. Varias imágenes de santos adornan el retablo: San Sebastián, San José, San Antonio y San Lorenzo. También posee una imagen de San Roque achatada. En el retablo izquierdo hay una hornacina con Santa Ana Triple (Santa Ana, la Virgen Niña y el Niño Jesús), de manufactura gótica. En el retablo derecho existe otra hornacina simple con una Virgen del Rosario en actitud sedente. Es del siglo XIV y lleva al Niño Jesús en sus brazos. La pila bautismal es renacentista de copa lisa y pie cónico con molduras. La torre de la iglesia es cuadrada con dos campanas. Actualmente se celebran dos fiestas en el pueblo:
La Visitación de Nuestra Señora, que es la patrona. Además de una misa solemne, se celebra una procesión con la imagen de Santa María del Cerro por las eras y las calles principales del pueblo. Esta procesión tiene su propio ritual: Abre la comitiva el Pendón de Castilla, la Santa Cruz con sus ciriales, los estandartes, la imagen de la Virgen, el señor cura párroco con las autoridades y el pueblo. Durante el recorrido los mozos bailan delante de la Virgen, nunca dándole la espalda.
La otra fiesta popular es la de San Roque. Los más ancianos del lugar cuentan que esta tradición se remonta a la Edad Media en agradecimiento al santo, que les libró de una epidemia de peste. La procesión del santo recorre las calles del pueblo. Antiguamente, la Semana Santa se celebraba con toda solemnidad. Se tapaban las imágenes con una tela de color morado y se cantaban las Tinieblas y el Vía Crucis. El Domingo de Resurrección se celebraba la Procesión del Encuentro. El Señor recorría las eras del pueblo a hombros de los hombres; la Virgen iba por las calles con las mujeres. En un punto concreto se encontraban las dos imágenes.
La iglesia albergaba también la Cofradía de la Santa Cruz. El templo servía de sede para sus fines sociales. La cofradía se ocupaba de recibir a los pobres que acudían al pueblo y se les ofrecía comida y alojamiento. Estaba encargada de hacer las sepulturas en el cementerio y sus caballeros cofrades velaban, por turno, a los difuntos que no tenían familia en el pueblo.