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Ermita de Santa Ana
Es un edificio sencillo de una única nave. Se construyó en el año 1773 bajo la dirección de Pedro Orandia. Fue restaurada recientemente por los vecinos de Cebrecos y se destina especialmente para el culto en la fiesta que celebramos el 26 de Julio en honor y recuerdo de Santa Ana. Para ello se restauró el pequeño altar adosado a la pared del este y se consolidó y pintó el retablo, dándole el valor e impacto original para que acogiese con elegancia la imagen de Santa Ana llevando de la mano a su hija, María Santísima.
Se han colocado nuevas ventanas decoradas con vidrieras alusivas a los patronos y se han rehabilitado las escaleras de acceso. Tenemos que recordar que de San Joaquín y Santa Ana nada se dice en los textos sagrados. Es la Tradición de los Santos Padres la que nos ha hecho llegar sus nombres como los abuelos de Jesús, pero nada más sabemos de sus vidas.
La ermita sirve también como espacio cultural de encuentro entre los pueblos del Valle cuando celebramos eventos para todos.
Se han colocado nuevas ventanas decoradas con vidrieras alusivas a los patronos y se han rehabilitado las escaleras de acceso. Tenemos que recordar que de San Joaquín y Santa Ana nada se dice en los textos sagrados. Es la Tradición de los Santos Padres la que nos ha hecho llegar sus nombres como los abuelos de Jesús, pero nada más sabemos de sus vidas.
La ermita sirve también como espacio cultural de encuentro entre los pueblos del Valle cuando celebramos eventos para todos.